«Amor y Autismo». Columna de Ailyn Falk Aliaga, cofundadora de FUAN.

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Se tiene la idea de que las personas autistas no estamos interesadas en el amor o en tener una relación romántica. Esto es generalizar.

Muchos si queremos pololear (como le decimos coloquialmente en mi país Chile), experimentar qué es el amor, e incluso casarse y tener hijos.

Pero hay algo que nos juega bastante en contra respecto a estos conceptos.

Y es que no se nos da bien el captar indirectas. Para nosotros captarlas es un desafío.

El coqueteo y la seducción son códigos sutiles, que para las personas neurotípicas, puede llegar a ser adrenalínico, pero para nosotros es difícil de captar y confuso. Es como descifrar un código sin ningún tipo de instrucción o indicación.

La seducción para ellos como personas neurotípicas es una forma indirecta de decir “me gustas”, pero para nosotros puede ser solo un halago o unas palabras bonitas y al no captar la intención romántica de ese mensaje, puede hacer parecer que no estamos interesados en la persona.

Cuando el mensaje romántico es indirecto, para nosotros como personas autistas es algo complicado, pues no sabemos distinguir entre simpatía o coqueteo.

¿Cómo lo distingo? ¿Estoy malinterpretando las cosas? ¿Qué me quiso decir con esas palabras?

El comprender este juego social entre coqueteo y seducción es un acertijo que a veces se vuelve impredecible y frustrante.

La persona tendría que decirnos de manera clara y verbal: “Te quiero más que como amigo/a” y explicar por qué razón está diciendo esas palabras hacia nosotros.

Si se quiere una relación romántica con una persona autista lo mejor es ser directo, conciso y preciso. Por ejemplo, decir que quieren algo más que una amistad con nosotros.

El que alguien sea directo con nosotros no es matar la pasión; es demostrar que quieres comunicar las cosas como son, sin rodeos y directamente.

Lo que quiero decir es que lo mejor es ser honesto, la honestidad también es atractiva y seductora.

También me gustaría agregar otro punto.

Si para ustedes es molesto cuando alguien no entiende que lo que están diciendo va con una intención más allá de la amistad. Bueno, para nosotros el no entender estas indirectas también es frustrante.

Personalmente me da la sensación de:

“¿Por qué no lo vi antes?”

“¿En verdad era un coqueteo?”

“¿Perdí una amistad porque quería otra cosa conmigo?”

“¿Por qué no fue directo/a simplemente?”

Si su intención es tener una relación sentimental con una persona autista sean directos con sus sentimientos y no hagan un juego de indirectas que al final será frustrante para ambas partes; para ustedes, pensando que estamos desinteresados, y para nosotros, que después nos preguntamos por qué perdimos a esa persona que consideramos un amigo/a.

Cuando las cosas se hablan de forma clara, concisa y precisa desde el principio se evitan situaciones confusas y molestas.

Al hacerlo se evitarán dolores, malentendidos y experiencias desagradables.

Puede que el alejamiento no se pueda evitar, o puede que igualmente sigan siendo amigos. Ambas opciones son muy respetables y no se deberían juzgar en ningún caso.

El ser directos no debería verse desde una connotación negativa.

La honestidad es atractiva y es algo que se debería practicar y valorar, creo que es algo que debería enseñarse más en la sociedad.

Como dijo Merlina Addams en su serie homónima de Netflix: “No estoy aquí para entender tu código morse social”.