Columna de Opinión: «La diferencia en condiciones de igualdad hace posible la democracia.»

COMPÁRTELO

Por Gabriela Verdugo Weinberger, Presidenta Fundación FUAN.

La pandemia y la actual crisis económica, han puesto en evidencia la profunda desigualdad por sobre la desigualdad que enfrenta la ciudadanía autista. Inequidades flagrantes que se han agravado en el contexto actual.

Hablamos de un sector de la población invisibilizado, que no cuenta con catastro ni con políticas públicas integrales y multi sectoriales, que garanticen su bienestar y su ejercicio pleno de ciudadanía.

Hoy, en el Día Internacional de Concienciación del Autismo, insistimos en recordar al Estado, que el año 2008, Chile ratificó la Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sin embargo, ese marco legal se desconoce reiteradamente, porque los derechos humanos de personas autistas son violentados desde la niñez hasta la vida adulta.

Antes de la pandemia, el diagnóstico y atención temprana, el acceso a educación y salud de calidad, a terapias, a poder elegir en qué ambito crecer y desarrollarse, a tener una actividad productiva y a participar activamente en la comunidad, a tener vivienda y una vida adulta con empleabilidad acorde a sus intereses y eventuales necesidades, y a vivir una vejez digna; planteaban escenarios difíciles, en muchas ocasiones casi imposibles de alcanzar, impregnados de discriminación y obstáculos.

Hoy todas esas desigualdades se han acrecentado.

Enfrentamos como sociedad un problema histórico de discriminación estructural, dado por prácticas excluyentes, que han frenado, y frenan hoy, la prosperidad de personas autistas y por tanto, de la sociedad toda.

El Día Mundial del Autismo es una fecha que plantea reflexiones complejas. Más aún en el histórico proceso constituyente que estamos viviendo, en que se nos abre una oportunidad única para construir una sociedad en que reconozcamos desde la igualdad nuestras diferencias, conociendo y valorando esa diversidad que nos enriquece.

Un reconocimiento constitucional de esta envergadura plantearía un hito sin precedentes en Chile. De esa oportunidad hablamos, de garantizar derechos y construir un futuro común.

En la última década han surgido múltiples voces: autistas haciendo activismo y/o hablando cada vez a públicos más masivos, opinando sobre el tipo de sociedad que debemos construir en el respeto de derechos, agrupaciones ciudadanas, academia, comunidades educativas, entidades sin fines de lucro, solo por nombrar algunas voces.

Una participación activa e incidente, será crucial para los cambios que se hace urgente implementar. En eso la ciudadanía autista es y será clave. La diferencia en condiciones de igualdad, hace posible la democracia. Merecemos que sus aportes enriquezcan la Nueva Constitución. Un país sin barreras de exclusión nos permitirá ver más y mejores horizontes, eso es algo que aprendemos día a día de personas autistas, personas imprescindibles para la igualdad y la equidad, con horizontes nuevos, diversos y esperanzadores.