02 Abr Autismo y neurodivergencia: la importancia de un nuevo pacto social.
Autismo y neurodivergencia: la importancia de un nuevo pacto social.
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Viña del Mar, 02 abril 2023. Columna de opinión. Autismo y neurodivergencia: la importancia de un nuevo pacto social.
El año 2008, Chile ratificó ante Naciones Unidas, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Ya han transcurrido quince años en que los derechos civiles, políticos, sociales y culturales de la ciudadanía autista, han sido vulnerados de manera sistemática y con desidia, provocando profundos daños tanto a personas autistas, como a sus familias y cuidadores.
Más de una década, en que la ratificación de tan importante Convención ha sido letra muerta. Esto sin contar las décadas pasadas que suman a varias generaciones invisibilizadas tras innumerables barreras de exclusión.
Hace exactamente un mes se promulgó la Ley de Autismo, que expresa el resultado de un trabajo articulado desde la Federación Nacional de Autismo, FENAUT, la Mesa Interregional de Autismo, MILA y tantas otras agrupaciones de diversas regiones de Chile que visibilizaron hace años a esta comunidad olvidada.
Esta Ley asegura el derecho a la igualdad de oportunidades y resguarda la inclusión social de niños, niñas, adolescentes y adultos autistas, eliminando cualquier forma de discriminación.
El respeto cabal de todo el catálogo de derechos es un acto civilizatorio que un Estado garante de derechos debe impulsar para fortalecer la democracia. En ese sentido, como sociedad, desde lo público y lo privado, estamos ante un inédito escenario de certeza jurídica que nos brinda una oportunidad para un nuevo pacto social, en que la empatía y el respeto de nuestras diferencias sea la base de la convivencia democrática, que nos permita entrar a una etapa de construcción de planes y programas que empiecen a irradiar positivamente en la ciudadanía autista y neurodivergente, durante todo su ciclo vital.
A partir de lo que consagra la Ley de Autismo, se requiere con urgencia elaborar reglamentos y políticas públicas que permitan concretar lo estipulado en todo su articulado. Los tiempos apremian. Han sido demasiadas décadas de vulneraciones de derechos.
Asimismo, esperamos poder iniciar un camino de participación ciudadana donde la voz autista tenga un espacio incidente y vinculante, que permita a su vez avanzar en mejoras a la actual Ley, para seguir construyendo una ruta de respeto y garantía de derechos, que concreten lo que se necesita resolver en la vida diaria: que realmente se incorporen ajustes positivos en el sistema educacional para la integración plena; que el derecho a la salud sea garantizado con adecuadas coberturas y que su acceso no esté supeditado a la capacidad de pago; que el derecho al trabajo se cumpla, ya sea con modalidades de empleo con apoyo o con los ajustes necesario en cada caso.
Que el derecho a una vejez autista digna sea una realidad y que no existan más casos de personas mayores recluidas en recintos hospitalarios. Que no se discrimine a personas neurodivergentes, y/o que no se les menoscabe cuando exhiban su credencial de discapacidad. Lo anterior solo por nombrar algunos ejemplos.
Insistimos que se trata de acciones que dan cuenta de un mínimo civilizatorio, de justicia social y de dignidad.
Aún no existe catastro de ciudadanía autista en Chile, (un catastro es parte de lo que compromete la Ley de Autismo), pero se estima que miles de personas están en el espectro autista.
Miles, que tenemos todo el derecho a ejercer a plenitud nuestra ciudadanía y a dejar de sobrevivir a la desigualdad por sobre la desigualdad.
Chantal Garay Soto, Presidenta Federación Nacional de Autismo, FENAUT
Gabriela Verdugo Weinberger, Presidenta Fundación Unión Autismo y Neurodiversidad FUAN.