21 May ¿Mujer autista o mujer con autismo?
¿Mujer autista o mujer con autismo?
Por Ailyn Falk Aliaga.
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No son pocas las veces que me han preguntado si me considero una mujer autista o una mujer con autismo. En lo personal prefiero que me llamen mujer autista.
A simple vista puede resultar una pregunta sencilla, pero en realidad es un tema que tiene más relevancia de lo que aparenta.
¿Por qué me considero una mujer autista y no una mujer con autismo?
Si me dices que soy una mujer con autismo, siento que me estás tratando como si el autismo y yo fuéramos entes separados, algo de lo que yo puedo separarme en cualquier momento y dejar de lado.
El autismo no va a mi lado, él y yo somos un mismo ser, yo soy autista.
Si hay algo de lo que estoy segura es que no me arrepiento de ser una chica autista.
Si a mí me preguntaran: ¿Si tuvieses la oportunidad de volver a nacer, nacería sin autismo?
La respuesta sería no.
No me arrepiento de ser autista. Creo que el autismo se me otorgó por algo, no fui un error, Dios no se equivocó conmigo. Él me dio propósito y valor, al igual que a todas las personas a mi alrededor.
Si te diriges a mi como mujer autista, siento que estás aceptando mi condición, que me ves como una persona igual y capaz que el resto, un ser con la capacidad de madurar y afrontar la realidad, que tiene sueños, aspiraciones y metas, que puede superar retos, (con tiempo y mucha perseverancia), que puede cosechar una vida buena y significativa, entre muchas otras cosas de las cuales una es capaz.
Entonces, ¿por qué voy a querer renunciar a ser autista? Es como decir que me otorgaran el super poder de volar, y lo rechazara, por no ser diferente al resto.
Una persona autista no nace con una enfermedad, nace con el poder de ver el mundo de manera diferente, de nunca perder la capacidad de impresión, de tener un deseo de superación constante, de querer siempre aprender cosas nuevas, de poder percibir mucho más allá, entre muchas otras cosas que nos da el ser una persona autista y que yo valoro muchísimo.
Cuando se dirigen a mí como mujer con autismo siento que me están diciendo que tengo algo que es mejor que no tuviera, que sería mejor que hubiese nacido como los neurotípicos.
Básicamente siento que me estás diciendo que mi autismo es algo trágico, que debería desaparecer de mi ser, para así, ser un común.
¿Acaso si fuese común tendría más valor como persona?
¿Acaso si fuese común sería más parte de esta sociedad y me respetarían más?
¿Y es que acaso por ser diferente, tengo menos valor que los demás?
Algo que me enseñaron desde muy pequeña es la denominada regla de oro “trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”, esto es lo que se me inculcó.
Trato de vivir bajo esta regla y dar un trato humanizante a los demás, sin embargo, intentar tener un buen trato con todos, no significa que ellos me devuelvan el mismo trato, no son pocas las veces que se me han apartado o me han hecho sentir invisible, me gustaría que este trato humanizante se me devolviera.
Aristóteles dijo una vez: “Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en lo absoluto”. Esta frase a mí me hace mucho sentido, podemos adquirir todo el conocimiento que queramos, pero si no adquirimos valores, ese conocimiento es vacío.
Si todos aceptáramos la neurodiversidad como un hecho y que todos somos diferentes, créanme que la brecha entre neurodiversos y neurotípicos se iría extinguiendo y el mundo sería un lugar mejor.
No tengo una enfermedad, cuando nací no fue una tragedia, llegué a este mundo siendo diferente igual que todos a mi alrededor y ustedes también son diferentes a otros, pero todos nacemos con el mismo valor y dignidad que Dios nos otorgó solo por ser personas, no por ser autistas o neurotípicos.
Yo soy autista y esa es mi esencia… No quiero que me mires con compasión, ni desagrado por mi condición, yo quiero que me trates como un par, un igual.
Quiero que me miren con igualdad y respeto, porque soy persona y siento como todos… Si se nos enseñara a aplicar la regla de oro “trata a los demás, como te gustaría que te trataran a ti” créanme que todo sería mejor, más fácil y por sobre todo, más humano.